El
cuerpo,
vehículo para nuestro camino que es la vida,
baúl de recuerdos, pensamientos, ilusiones, proyectos, vivencias y emociones,
instrumento que afinamos o desafinamos durante nuestra trayectoria,
instrumento que utilizamos para tocar nuestras melodías
algunas embravecidas, otras melancólicas, tristes, alegres,
juguetonas o somnolientas,
despiertas y serenas…
… con un idioma propio, innato en todo ser humano,
el movimiento.
Rachida Aharrat